lunes, diciembre 23, 2013

Felicidad

Hoy la vi enfundada en un impermeable rojo
con el filo de la sonrisa
cortaba en dos al día,
     un meridiano delgado
como la línea que divide
     lo que es
de lo que queremos.
En la mano llevaba dos perros,
un corazón y un deseo.

Ayer la vi, corriendo en los campos,
como un niño y una niña,
la risa les iba bullendo
     en los pies ligeros,
Pasa todo tan rápido
ella tiene la vocación del Fénix
     nacer, brillar, morir ligero.
En las manos llevan,
tierra, viento y un adiós ciego.

domingo, diciembre 01, 2013

La tarde

La tarde se va escurriendo
en un pertinaz y terso
chorro de luz de oro.
Los autos circulan,
bocinan con furia
    algo los detiene.
Pedazo de mierda
El grito resuena
     ronco y claro.
Del otro auto desciende la muerte
hecha hombre, verbo y bala.
No,no,no
dicen el hombre del grito y
sus gestos hechos palabras.

En este mismo lugar, en otra tarde,
murió otro hombre, cazador
     hecho presa de su presa,
y de sus garras prehistóricas.
No hubo "no" encadenados
     pero si hubo la muerte,
y el grito hecho gestos.
Preferir si se es presa de las garras
o de las balas nunca importa.
     En la ignorancia de la muerte
     escogemos siempre
la vida.
Aun en esta ciudad de pulso eléctrico,
con sus carros volcados
y sus tardes espectaculares
     repleta de caos;
La escogemos sobretodo ante la muerte
     y sus bestias.

lunes, agosto 26, 2013

Para los días de lluvia en Agosto…

Para los días de lluvia en Agosto,
hacen falta poemas ligeros,
refrescantes, húmedos
     como las gotas
que una a una nos van anegando
las tardes y las letras.

Para las lluvias de agosto
con su promesa de relámpago
     en la distancia;
están las montañas ancianas
con sus faldas de cerros,
desbordadas del verde tornasol
de bosques y cultivos.
Cuando se encuentran son
un coloso verde y otro gris,
que, fluidos, conversan.

También está la ciudad,
para los días de lluvia de Agosto,
     gigantesca
en el ajetreo de su microcosmos,
mínima como un punto en sus formas,
incierta como la duda en sus contornos;
bullente y si, siempre viva.

domingo, agosto 25, 2013

…17

“Nadie parecía dispuesto a contradecirlo porque Wong esmeradamente aparecía con el café y Ronald, encogiéndose de hombros, había soltado a los Waring´s Pennsylvanians y desde un chirrar terrible llegaba el tema que encantaba a Olivera, una trompeta anónima y después el piano, todo entre un humo de fonógrafo viejo y pésima grabación, de orquesta barata y como anterior al jazz, al fin y al cabo de esos viejos discos, de los show boats y de las noches de Storyville había nacido la única música universal del siglo, algo que acercaba a los hombres más y mejor que el esperanto, la Unesco o las aerolíneas, una música bastante primitiva para alcanzar universalidad y bastante buena para hacer su propia historia, con cismas, renuncias y herejías, su charleston, su black bottom, su shimmy, su foxtrot, su stomp, sus blues, para admitir las clasificaciones y las etiquetas, el estilo esto y aquello, el swing, el beebop, el cool, ir y volver del romaticismo y el clasicismo, hot y jazz cerebral, una música-hombre, una música con historia a diferencia de la estúpida música animal de baile, la polka, el vals, la zamba, una música que permitía reconocerse y estimarse en Copenhague como en Mendoza o en Ciudad del Cabo, que acercaba a los adolescentes con sus discos bajo el brazo, que les daba nombres y melodías como cifras para reconocerse y adentrarse menos solos rodeados de jefes de oficina, familias y amores infinitamente amargos, una música que permitía todas las imaginaciones y los gustos, la colección de afónicos 78 con Freddie Kapard o Bunk Jhonson, la exclusividad reaccionaria de Dixieland, la especialización académica de Bix Beiderbecke o el salto a la aventura de Thelonius Monk, Horace Silver o Thad Jones, la cursilería de Errol Garner o Art Tatum , los arrepentimientos y las abjuraciones, la predilección por los pequeños conjuntos, las misteriosas grabaciones con seudónimos y denominaciones impuestas por marcas de disco o caprichos de momento, y toda esa franc-masonería de sábado por la noche en la pieza del estudiante o mientras escuchan Star Dust o When your man is going to put you down, y huelen despacio y dulcemente a perfume y a piel y a calor, se dejan besar cuando es tarde y alguien ha puesto The blues with a feeling y casi no se baila, solamente se está de pie, balanceándose, y todo es turbio y sucio y canalla y cada hombre quisiera arrancar esos corpiños tibios mientras las manos acarician una espalda y las muchachas tienen la boca entreabierta y se van dando al miedo delicioso y a la noche, entonces sube una trompeta poseyéndolas por todos los hombres, tomándolas con una sola frase caliente que las deja caer como una planta cortada entre los brazos de los compañeros, y hay una inmóvil carrera, un salto al aire de la noche, sobre la ciudad, hasta que un piano minucioso las devuelve a sí mismas, exhaustas y reconciliadas y todavía vírgenes hasta el sábado siguiente, todo eso en una música que espanta a los cogotes de platea, a los que creen que nada es de verdad si no hay programas impresos y acomodadores, y así va el mundo y el jazz es como un pájaro que migra o emigra o inmigra o transmigra, saltabarreras, burlaaduanas, algo que corre y se difunde y esta noche en Viena está cantado Ella Fitzgerald mientras en París Kenny Clarke inaugura una cave y en Perpignan brincan los dedos de Oscar Peterson, y Satchmo por todas partes con el don de ubicuidad que le ha prestado el Señor, en Birmingham, en Varsovia, en Milán, en Buenos Aires, en Ginebra, en el mundo entero, es inevitable, es la lluvia y el pan y la sal, algo absolutamente indiferente a los ritos nacionales, a las tradiciones inviolables, al idioma y al folkore, una nube sin fronteras, un espía del aire y del agua una forma arquetípica, algo de antes, de abajo, que reconcilia mexicanos con noruegos y rusos y españoles, los recupera al oscuro fuego central olvidado, torpe y mal y precariamente los devuelve a un origen tradicinado, les señala que quizá había otros caminos y que el que tomaron no era el único y no era el mejor, o que quizá había otros caminos y que el que tomaron era el mejor, pero que quizá había otros caminos dulces de caminar y que no los tomaron, o que los tomaron a medias, y que un hombre es siempre más que un hombre y siempre menos que un hombre, más que un hombre porque encierra eso que el jazz alude y soslaya y hasta anticipa, y menos que un hombre porque esa libertada ha hecho un juego estético o moral, un tablero de ajedrez donde se reserva ser alfil o el caballo, una definición de libertad que se enseña en las escuelas, precisamente en las escuelas donde jamás se ha enseñado y jamás se enseñará a  los niños el primer compás de un ragtime y la primera frase de un blues, etcétera, etcétera.
I could sit righ here and think a thousand miles away,
I could sit righ here and think a thousand miles away,
Since I had the blues this bad, I can’t remember the day…”

Julio Cortazar
Rayuela.
Extracto del Capítulo 17. Rayuela y el Jazz.

sábado, junio 22, 2013

Manos tan distintas de las tuyas


 

Cuando mueras y hayamos llorado
las lágrimas largas del adiós
     las untuosas del deseo
          y las flacas de la falsedad…

Qué será de ellos sino colgar de las serchas
del polvo y el aburrimiento,
tejiendo el tiempo con otras texturas y colores;
expectantes a la pregunta de un cuándo
sin palabras ni respuestas:
esa próxima vez
que ceñirán tu cuerpo
por la delineada gracia de tus curvas;
quién será el próximo
para la tibieza y el salitre suave de tu sudor.
Echarán de menos, en los cantos oscuros de los cajones,
     el baile sin pausas del viento,
          el calor viajando desde el Sol
               el olor híbrido, disímil y diverso del mundo exterior.

Y hasta extrañarán estas manos,
tan distintas a las tuyas,
que las desprendieron de tu cuerpo
forzando el cerrojo de los botones,
abriendo uno a uno,
     risa breve de metal y prisa,
los dientes apretados de los zippers,
rompiendo el abrazo firme de sostenes,
deslizando algodón y seda
por la seda viva de tu cuerpo.

Será así hasta que vengan otras manos,
tan distintas de las tuyas y de las mías,
para sacarlos, tal vez lavarlos
     o simplemente quemarlos,
¿Qué más da?
Es el réquiem de tus vestidos.

jueves, junio 06, 2013

Hora dorada

El sol desciende calmo
incendiado nubes y faldas.
Hora dorada en que las ancianas
no escuchan el resonar
de sus voces de ancestro joven
dentro de los cuerpos vacíos de sus nietos.
Los bosques, las calles
los paseantes y las plazas
se disfrazan, con prisa,
del color gris y negro del otoño.
Dan ganas de tirar
lo que tenemos entre manos,
para ponerse a observar,
con todo el cuerpo,
el fogarón lento del atardecer.
Contemplar cómo los pájaros vuelven
a los oscuros árboles,
como pingüinos nadando
en un mar rojo, púrpura y dorado;
ver al Sol descender
hacia las fauces romas de los cerros
donde derrama su sangre de luz en el cielo,
para morir pintado de noche,
pintado de luto y peces blancos.

lunes, junio 03, 2013

Shhh... I Know It's Only In My Head...: De nuevo, el viejo cortapensamientos...

Un texto de una buena amiga, cinéfila y compañera de viaje. Disfruten!

Shhh... I Know It's Only In My Head...: De nuevo, el viejo cortapensamientos...: La memoria y el olvido nos juegan trampas por igual.  Un estiramiento que se encoge, de pequeños que se hacen grandes; donde a veces ala...

viernes, mayo 24, 2013

El olvido es otra cosa…

 

Hey man, slow down. Slow down
Idiot, slow down. Slow down
Radiohead

El olvido es otra cosa,
lo que sucede cuando las
memorias no se suceden.
Dejar, por fin, ir esa cuerda,
     ver cómo se pierde
en la oscuridad verde del agua.
Caminar en esta vida y al
encontrar al recuerdo
contemplarlo con sorpresa,
como si de un sueño se tratase,
del cual recordamos lo fascinante,
     lo maravilloso.

Olvidar es vivir en todo menos
en eso que ya no se ve, ni se piensa;
     es no huir,
es encontrar lo que se vive
en otras palabras, en
     otras ideas.
Olvidar es una suerte
de ejercicio de voluntad,
quizá el más arduo:
la batalla y la tortura
     nos son propias.
Como quien se levanta
para ser devorado desde el cielo,
     por el tiempo
al paso de cada uno de los
dientes en su acompasado
     duelo con lo eterno.

lunes, marzo 18, 2013

Cosmonauta

"Tables turned again, and you my friend"
Dave Matthews Band #40


Tardes como de lluvia,
paz que se derrama en
forma de últimos rayos,
colores pastel volviéndose
ceniza, oscuridad, noche.


La tarde me lo confirma,
hay estrellas que nacen,
como tus ojos, me observan,
se abren, se cierran y quien
no los viera diría que respiran.
Pero ellos solo me miran,
como tus ojos en cualquier
hora del día. Yo en ellos
me pierdo, me encuentro
enloquezco un poco,
un amor, un más cada día.


Tus ojos: niña, mujer, luz;
estrellas de constelaciones
en las que quiero encontrar
mi nombre, tiempo y en
cualquier noche tuya, mi tumba.

miércoles, enero 30, 2013

Para los ojos de Aura

 

“Al fin podrás ver esos ojos de mar que fluyen,
se hacen espuma, vuelven a la calma verde,
vuelven a inflamarse como una ola”

Carlos Fuentes

Para los ojos de Aura,
un sueño y otro sueño
vividos en la oquedad de los párpados;
una luna de miel en el abismo Challenger;
los centros perfectos de los hoyos negros
para el postre de la cena,
baños de luna llena para avivar sus ojos, su marea.

Para Aura las notas más oscuras
de la tinta de las partituras de Bach.
Citas en sótanos
o pasillos de edificios públicos
en el centro de la noche.
La humedad de los cenotes
con todos sus secretos y tesoros;
la dedicatoria en morse
de Octavio Paz y su vida con la ola.

Para Aura, nadar desnuda en la materia de la
que están hechas las confesiones de los Papas.
Una casa de campo en la caverna
más antigua y más profunda;
una morada poblada de muebles bajos y sólidos
regados por todas partes,
puestos de cualquier modo,
para no verla bailar en la oscuridad,
recogiendo, a los que tropezados,
caen a sus pies.

Para Aura joyas azabache
para hacerla resplandecer,
como a una vía láctea

jueves, enero 24, 2013

No se cómo sacarte fotos

No sé cómo sacarte fotos,
de esas que se venden en las
estaciones aunque sea;
de las que se ven como con el ojo que las tomó,

Como si estuviésemos parados allí,
en medio de esa luz
tan distinta de la de ahora,
de la de siempre.

No se cómo encapsular al tiempo
en la dictadura de un cuadro,
no me sale,
     no puedo.
Cuando lo intento me distrae
la sorda inquietud de pensar que,
en ese mismo momento, la pelirroja
abriendo la puerta, los niños jugando
con pelotas en la plaza, el francotirador
exhalando muerte antes del disparo
y todo un mundo harían falta
en en ese instante,
     en ese tiempo,
          en ese cuadro,
               en esa foto.

No sé cómo sacarte fotos,
intentarlo fue jugar a los sueños absurdos,
encontrar llamas bajo la tierra,
contar todos los tatuajes del humo.
Ves?
No hay caso,
no se puede.

Porque para mi
tu eres algo que se sucede a si mismo,
constantemente;
no objeto del tiempo,
más bien tiempo del objeto,
algo completamente inasible,
perdido,
     irrecuperable,
como el aire que se expira a cada instante,
     sin notarlo siquiera.